Protestas contra la energía nuclear en el 66 aniversario del crimen de Hiroshima y Nagasaki mientras la situación se agrava en Fukushima.

Como todos los años Japón conmemoró el 66 aniversario del bombardeo de Hiroshima el día 6 de  Agosto en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima con cerca de 50 mil asistentes y representantes de unos 70 países. El día 9 de Agosto en el Parque de la Paz de Nagasaki, se celebró la misma conmemoración. Este año con manifestaciones añadidas contra el uso civil de la energía nuclear y las mentiras del gobierno.

Foto: Matashichi Oishi

Participó Matashichi Oishi, marinero del barco pesquero desafortunadamente llamado “El dragón afortunado” (Fukuriyu – Maru) víctima de la radiación. No de Hiroshima, sino del ensayo nuclear de la mayor bomba de hidrógeno realizado por Estados Unidos el 1 de marzo en el atolón de Bikini en 1954. La bomba llamada “Bravo” tenía una potencia de 10 Megatones (10 millones de toneladas de TNT), mientras que la de Hiroshima solo era de 12,5 kilotones (12.500 toneladas de TNT). Entonces Matashichi Oishi tenía 19 años, ahora con 78 años y cáncer de pulmón encabezó la manifestación contra la energía nuclear (ver la foto de portada) y dijo: “Tras el desastroso accidente en la planta nuclear de Fukushima, mencionaré la necesidad de que Japón prohíba las armas atómicas, pero también que ponga fin a su dependencia en la energía nuclear”[1]

El alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, cuestionó la política energética nacional, reclamó la abolición de las armas nucleares y criticó a EE.UU. que "continúa llevando a cabo sus pruebas nucleares subcríticas y otros experimentos relacionados".[2]

El Primer Ministro Naoto Kan que ya ha anunciado su dimisión, dijo que Japón "revisará su política energética desde la base" para reducir su nivel de dependencia de las centrales atómicas. Dijo que lamentaba profundamente haber creído en el “mito de seguridad”, que sugería que Japón podría tener electricidad segura a partir de la misma energía atómica que mató a 70.000 japoneses en un instante hace más de seis décadas.

El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, en el Parque de la Paz pidió el fin de la proliferación nuclear a los países poseedores de armas nucleares e hizo un llamamiento a abandonar la energía nuclear. “Es necesario promover el desarrollo de las energías renovables en lugar de la energía nuclear para convertirnos en una sociedad con una base energética más segura”.[3]

Foto: Habitantes de la ciudad japonesa de Nagasaki conmemoraron el 66 aniversario del bombardeo atómico de Estados Unidos. (Foto: Mundo Popular).

También se han realizado conmemoraciones en otros países. Por ejemplo en EEUU una de las manifestaciones del 66 aniversario de la bomba atómica lanzada en Hiroshima y Nagasaki bloqueó la entrada de una base naval que alberga ocho submarinos Trident con misiles nucleares en el Estado de Washington y cuatro activistas por la paz fueron arrestados el lunes día 8.[4]

Se detecta un record en los niveles de radiactividad de Fukushima, más del doble de los medidos anteriormente.

Aunque Fukushima ha desaparecido de los titulares de los grandes medios no se te ocurra pensar que la situación está controlada.
No solo la situación está lejos de ser estable, sino que el problema sigue e incluso está agravándose.  En la misma semana en que se conmemoraba este siniestro aniversario del crimen de Hiroshima y Nagasaki se descubrieron niveles récord de radiación en la planta.[5]

El 31 de julio, una cámara de rayos gamma que se utiliza para determinar qué áreas tenían niveles inusualmente altos de radiación y una prueba adicional el 1 de agosto encontraron niveles de radiación de 10 sieverts por hora es decir 10.000 milisievert por hora, en las tuberías que conectan los reactores No. 1 y No. 2 de la planta de Fukushima, en el fondo de una columna de ventilación.

La Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO) admitió que había detectado la radiación más elevada hasta ahora en Fukushima Dai-Ichi, mas del doble de la medida anteriormente. El nivel más alto de la radiación detectada en la planta de Fukushima hasta ahora era de 4 sievert por hora, en junio en el interior del edificio del reactor N º 1. A principios de julio los niveles de radiación cerca del reactor Nº 1 de la planta llegaron a cuatro sieverts por hora, haciendo imposible el trabajo humano. El 1 de Agosto este nivel sobrepasaba los 10 sievert por hora y del trabajo humano ni hablamos...

Para que te hagas una idea 10 Sieverts por hora es lo suficiente como para matar a una persona "en pocas semanas" tras una única exposición, según la Asociación Nuclear Mundial.
Según Tomoko Murakami, un investigador nuclear en el Instituto de Economía Energética de Japón "Diez sieverts es casi igual a la cantidad que recibieron los trabajadores que murieron en el accidente nuclear JCO en 1999".[6]
Peter Burns, ex director ejecutivo de la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear, dice que dada la magnitud de la catástrofe de Fukushima, se pueden esperar valores más altos. Los niveles de radiación detectados por TEPCO  de 10 sievert por hora significan "que usted está expuesto directamente a las barras de combustible en los reactores o a las piscinas de combustible gastado" [7].

Hay que resaltar que el nivel de radiación se ha encontrado en la parte exterior de la tubería que se conecta a la torre de escape principal y debido a eso no es aventurado pensar que el nivel dentro de la tubería podría ser aún mayor.[8]

TEPCO admitió que los niveles de radiación ultra-altos encontrados pueden provenir de combustible fundido que se filtra fuera de recipiente de contención. Lo que elevaría el número de fusiones producidas en la planta.[9]
TEPCO admitió que altas dosis de radiación han aparecido en otros dos puntos por encima de 10 sieverts por hora y que también podría haber otros más.[10]
Además está claro que estos niveles que admitió TEPCO probablemente son mucho menores que los que existen en realidad. No es por pensar mal sino por atenernos a los hechos. Los detectores para medir la radiación solo llegan a la cifra de 10 sieverts por hora y se ha admitido que los nuevos registros de las dosis de radiación en el interior de Fukushima ya han excedido la capacidad de los dispositivos de medición.[11]
Todo esto indica claramente que "La filtración de radiación en la planta puede haberse contenido o ralentizado, pero no se selló completamente", declaró Kenji Sumita, profesor de la Universidad de Osaka especializado en ingeniería nuclear.[12]
Estas últimas detecciones de estos altos niveles de radiación evidencian que el material radioactivo arrojado desde Fukushima es mucho mayor de lo que se creía.[13]
Según Kenzo Miya, profesor emérito de la Universidad de Tokio y un experto en ingeniería nuclear: "Los niveles de radiación también puede ser altos en las tuberías  de escape de los reactores número 3 y 4”. [14]
Según Michael Friedlander, quien pasó 13 años trabajando en centrales nucleares en los EE.UU., esta nueva fusión “no me sorprende” indica que las lecturas de radiación letal probablemente seguirán aumentando en el futuro. "Es probable que este sea el primero de muchos más por venir".[15]

Niveles letales de radiación en Fukushima, cuales son sus implicaciones. Arnie Gundersen. Fairewinds Associates Agosto 10, 2011 (en inglés).[16]
[Video: Inglés]

http://fairewinds.com/content/lethal-levels-radiation-fukushima-what-are-implications

Las encuestas indican que al menos el 70% del público japonés quiere eliminar la energía nuclear.[17]
Los japoneses tiene buenas razones para estar en contra, a medida que pasa el tiempo se hacen más evidentes las mentiras del gobierno y que este protegió más a la empresa nuclear que a su población.
Por ejemplo: Se ha hecho público en Japón que el gobierno ocultó información clave en los días que siguieron al desastre nuclear en la planta de Fukushima, lo que provocó que muchos habitantes locales buscaran refugio en zonas directamente afectadas por la radiación que emanaba de la planta nuclear. Inicialmente ordenaron a los habitantes de Fukushima que se dirigieran al norte, al distrito de Tsushima mientras las autoridades japonesas sabían que el viento soplaría hacia el norte, llevando la radiación directamente allí. Un alcalde local dijo que ocultar información era equivalente a “homicidio”. [18]

Las mentiras y omisiones del gobierno han llevado a que se ignorase el auténtico alcance de la contaminación que progresivamente va siendo reconocido.
En agosto el gobierno de Japón suspendió todos los envíos de ganado vacuno de la prefectura de Iwate, al norte del emplazamiento del reactor de Fukushima. Es la tercera prefectura a la que se impuso una prohibición. Según Jyunichi Tokuyama del Departamento de Agricultura de la Prefectura de Iwate. "La Prefectura de Iwate está de 200 a 300 kilómetros de la planta nuclear, no pensamos que la carne se contaminase ni que la explosión nos habría afectado a nosotros estando tan lejos. Estoy muy sorprendido".[19]

Especialmente grave ha sido su actitud con los niños mucho más sensibles a los efectos nocivos de la radiactividad.
Por ejemplo una selección preliminar de los escolares en tres comunidades alrededor de Fukushima en marzo (!) encontró que casi la mitad de los 1.080 niños en edad escolar dio positivo a la exposición de radiación de tiroides pero el gobierno se negó a hacer más exámenes, diciendo que “los niveles de radiación eran demasiado bajos”.[20]
Luego tuvo la cara dura de aumentar la “dosis admisible” que los niños podían recibir multiplicándola por 20 como ya denunciamos. [21]

Los problemas sin resolver se acumulan como la mierda de los lodos radiactivos de las depuradoras con los que no se sabe que hacer.
Según el Ministerio de Salud hay 49.250 toneladas de lodos radiactivos en 14 prefecturas de Japón en el este y noreste. Un total de 1.557 toneladas en cinco prefecturas, incluida la de Fukushima y Miyagi, contenían 8.000 o más bequerelios por kilogramo. Este lodo es demasiado radiactivo para ser enterrado para su eliminación. El lodo más contaminado, con 89.697 bequerelios por kilogramo, fue descubierto en una planta de tratamiento de agua en la ciudad de Koriyama, Fukushima. Por ahora el ministerio reconoce que el 76 por ciento de las cerca de 50.000 toneladas de lodos radiactivos se almacenan en las mismas plantas de tratamiento de agua pero que no tienen forma de deshacerse de la mayor parte de ellos. Dijo que hay más de 54.000 toneladas adicionales que no se han testado para los materiales radiactivos.[22] Así las cosas, el Gobierno japonés admitió que 1.500 toneladas de lodos altamente radiactivos puede terminar utilizándose como "tierra para cultivar huertos".[23]

El gobierno japonés despidió al director de la agencia de seguridad nuclear de Japón y a otros 2 funcionarios responsables de la seguridad y supervisión de energía nuclear en un intento de aplacar las protestas. Pero esto tiene pocas posibilidades de funcionar porque los japoneses están cada vez más hartos de mentiras.
Saben que Tokyo Electric Power Co. TEPCO, operador de la planta paralizada de Fukushima, ocultó numerosos incidentes nucleares o minimizó su gravedad. Antes del accidente, en 2009 ya había confesado más de 200 incidentes entre 1977 y 2002, además de haber sometido falsos datos técnicos a las autoridades, según cita Stephanie Cooke en su libro, “En manos mortales: una historia preventiva de la era nuclear” [24]
TEPCO ocultó numerosos incidentes nucleares, entre ellos uno muy crítico en 1978.
El terremoto de 2008 ya le había obligado a cerrar la planta nuclear de Kashiwazaki-Kariwa. Hace nueve años TEPCO había ocultado y falsificado anomalías en sus plantas, lo que llevó al cierre de 17 reactores.[25]

La TEPCO se vio obligada a cerrar su gran central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa que tiene siete reactores, después de un terremoto en 2007. Después, se reveló que la planta no había sido diseñada para soportar los 6,8 grados de magnitud del seísmo.
En abril comenzó a liberar más de 11.000 toneladas de agua radiactiva al océano, unas cien veces más radiactiva que lo permitido por ley. Esto provocó protestas internacionales ampliamente justificadas porque el agua de los océanos sufre una mezcla constante. Al mismo tiempo agua diez mil veces más radiactiva seguía vertiéndose al océano debido a una gran grieta en un pozo de la planta nuclear. [26]
Las relaciones de la empresa Tokyo Electric Power Company con el gobierno y sus instituciones tienen la característica común de todas las grandes multinacionales. Funcionan como un sistema de puertas giratorias que intercambian sus ejecutivos. Por ejemplo con el Ministerio de Economía, Comercio e Industria METI, que supuestamente debería regular los reactores nucleares de Japón. Toru Ishida, anterior funcionario de energía de METI, es ahora prominente asesor de TEPCO.[27]
Por supuesto no se trata solo de TEPCO ni del ministerio de economía. Recientes revelaciones de dos empresas de energía eléctrica (Kyushu Electric Power Co. y Chubu and Shikoku electric power)  han demostrado la relación de colusión entre la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) del gobierno y la industria de la energía nuclear. La  mierda salpica también al Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI), que junto con NISA amañaron las sesiones informativas y coloquios sobre la política de energía nuclear para el público, ocultando información y manipulando las preguntas en favor de la energía nuclear. Según un alto funcionario del Ministerio: "La confianza del público en nosotros ha sido gravemente dañada. Se trata de una crisis fatal, no sólo para NISA, sino para el ministerio en su conjunto".[28]
Esperemos que tenga razón.
Pero no pienses que se trata solo de un sistema de corrupción generalizado en Japón.
TEPCO es la primera de las 10 empresas nucleares privadas de Japón y la cuarta del mundo (detrás de las germanas EON, RWE, y la francesa EDF Electricité de France) es decir que ocupa un lugar destacado dentro del complejo industrial nuclear.
Este complejo multinacional está caracterizado en su esencia misma por el secreto. Nació en secreto con el proyecto Manhattan cuyo resultado fue el crimen de Hiroshima y Nagasaki. Durante 13 años su desarrollo siguió siendo secreto y exclusivamente militar para producir bombas atómicas cada vez mayores. Cuando a mediados de los años 50 se consideró su uso civil, el secreto siguió siendo la norma.
Las consecuencias de la contaminación radiactiva fueron ocultadas desde el comienzo, siguen y seguirán siéndolo, porque si la gente las conociera sus responsables serían juzgados por crímenes contra la humanidad inevitablemente.
Una sociedad nuclear es incompatible con la democracia, como están comprobando los japoneses. Probablemente así lo han entendido los que hicieron este cartel afirmando: “el estado siempre miente”.

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